jueves, 19 de abril de 2007

ANÁLISIS DE ALGUNAS OBRAS DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Cuando se habla de Gabriel García Márquez se evoca inmediatamente literatura, aunque él no solo se consagró a escribir novelas y cuentos, también dedicó algunos años de su vida al trabajo en periódicos como El Heraldo, El Espectador y El Universal ejerciendo otra de sus pasiones, el periodismo. No por nada, en una entrevista concedida por Gabo en 1968, este afirmaba que el único oficio que extraña y que ejercería gustosamente por siempre sería el de reportero. Precisamente en su libro Entre Cachacos[1] está recopilada gran parte de su obra periodística y es de allí dónde tomó como referencia cuatro artículos de marzo de 1955.

El primero de ellos es una trilogía[2] que conforma un reportaje sobre Puerto Colombia y Bocas de Ceniza en el que se hacen evidentes todos los contratos que se hicieron entre el gobierno y diversas empresas de construcción. A lo largo de los artículos se mezclan datos históricos de la región, descripción del lugar, formas de actuar de los habitantes, y toda la serie de incidentes que se fueron presentando desde 1501 cuando don Rodrigo de Bastidas descubrió la desembocadura del río Magdalena.

Pero es evidente que el hecho que desempeñe una labor periodística no quiere decir que deje de lado la belleza del lenguaje y que por ello no haga uso de dotes literarias para captar de lleno la atención del lector. Cuando cito el otro artículo me refiero a “El naufrago sobreviviente pasó los once días en una frágil balsa”[3], este llamó mi atención gracias a que parte de un noticia de la época y la inmersión que tiene Gabo en el caso narrado de boca del protagonista Luís Alejandro Velasco, decide en 1970 hacer toda una serie de reportajes sobre el hecho “Relato de un Naufrago”. Además, la manera en que Luis Alejandro Velasco llegó a las instalaciones de El Espectador a vender su historia, le pone un toque especial a la misma… Guillermo Cano, director del periódico en aquella época, se oponía a la opinión generalizada por parte de sus colegas de que la de Luis Alejandro ya era una historia “refrita”. Por ello, prácticamente obligó a García Márquez a escribir los reportajes ante la convicción del mismo que fracasarían. Finalmente fueron todo un éxito y todo el reportaje completo es considerado como uno de los más importantes que haya escrito.

Otro de los casos en los que Gabriel García Márquez hace usos de diversos elementos para concluir en una novela es el caso de “Del amor y otros demonios”. Luego de que el 26 de octubre de 1949 fuera enviado al antiguo convento de Santa Clara y presenciado el momento en el que vaciaron las criptas funerarias, descubrieron, entre otros, una niña con una larga cabellera en la lápida que tenía el nombre de Sierva Maria de Todos los Ángeles. Él recordó una historia que le había contado su abuela sobre una marquesita de 12 años cuya cabellera se arrastraba como si fuera una cola de novia y había muerto de mal de rabia, por lo que relacionó los dos acontecimientos –el de la vida real y el de la historia de su abuela-, para escribir además de la noticia, todo una novela literaria en la que narró la vida de Sierva María en el convento.
[1]García Márquez, Gabriel Entre Cachacos. Oveja Negra. Bogotá. 1983. II tomo.
[2] La naturaleza decide el viejo pleito entre Puerto Colombia y Bocas de Ceniza. Entre Cachacos. Páginas 418 – 421. Viacrucis de bocas de Ceniza (II). Entre Cachacos. Páginas 422- 425. Viacrucis de Bocas de Ceniza (conclusión) Entre Cachacos. Páginas 426 – 429.
[3] Entre Cachacos. Páginas 430 – 433.

1 comentario:

TIC`s - Universidad Central dijo...

No hay continuidad en las publicaciones. Se habla de escritores, carros, relatos y otras cosas más.