Hoy, domingo por la mañana, el cielo esta despejado y el sol ilumina todas las casas que rodean la calle 26 con Carácas. A lo lejos se ve un bus que avanza hacia el Transmilenio por la calle 26. De él se baja un grupo de personas entre las que se encuentra Juan Perdomo*, un hombre de mediana edad, que luego de descender se dirige lentamente a la entrada principal del Cementerio Central de Bogotá. Estando afuera compra un ramo de flores que escoge con recelo, y ahora él además de llevar las flores, no descuida una bolsa pequeña que carga en su mano izquierda. Pasa el portón principal y camina en línea recta, dirigiéndose a la elipse central.
Parece que está en busca de un ser querido, pues camina con paso firme y con rumbo delimitado. De repente se detiene frente a una fila de personas, todas ellas llevan flores y algunas también llevan consigo una bolsa. Perdomo* lentamente saca una hoja de su chaqueta, la desdobla con cuidado y comienza a leerla luego de persignarse. A lo lejos no se puede ver claramente de que se trata, pero sí sale a relucir la fe con la que lee y relee aquel papel.
En un descuido suyo se ve un título que dice así: "Oración a Leo Siegfried Kopp". Cuál será la razón por la que le rezan con tanto fervor. Cuando se mira más allá de la fila el panorama es iluminado con una estatua de bronce que representa a un hombre sentado y pensativo. La estatua es obra de Victorio Macho y la persona que reposa en ese lugar es Leo Siegfried Kopp ¿Ese no es al que le rezan?
Las personas como Juan Perdomo*, siguen juiciosamente la fila y en el momento en el que se posan frente a Kopp, se acercan dejándole las ofrendas –ya sean flores o comida-, algunos santiguándolo y hablándole al oído. Después de todo este ritual los creyentes se van a sus casas o lugares de trabajo. Historias como la de este hombre se repiten por decenas y no son solo hombres, sino mujeres y niños los que le piden al oído a Leo S. Kopp.
***LEO S. KOPP***
Leo Siegfried Kopp era un inmigrante alemán que llegó a Colombia en 1880. Él comenzó la fabricación cervecera en Colombia, aunque cabe señalar que no fue el primero en fabricarla en este país sino que fue uno de los primeros en hallar la manera de conservarla durante más tiempo y en los diferentes climas. Inicialmente fundó la "Cervecería Alemana Kopp & Cia" en el año de 1890 en Socorro, Santander, pero luego Kopp decidió trasladarse a Bogotá.
El 4 de abril de 1889 Kopp fundó "Bavaria Gran Fabrica de Cerveza Alemana" en la ciudad de Bogotá, pero sólo hasta el 1 de julio de 1891 se inauguraron sus nuevas instalaciones. En este momento comenzó la industria cervecera moderna colombiana. Una de las primeras cervezas comercializadas fue "Tres emperadores" o "Tres Káiseres"
Pero, además del aumento de capital y su exitosa carrera, Leo Kopp era catalogado por algunas personas como muy generoso. Según Fabio Zambrano, profesor del Departamento de Historia de la Universidad Nacional, "Leo S. Kopp, fundador de Bavaria otorgó ayudas a los obreros para adquirir terrenos en los Altos de San Diego, donde se formó un barrio que inicialmente se llamó "Unión Obrera", y que luego se denominó "La Perseverancia"". Y no es solo Fabio Zambrano quién referencia a Leo S. Kopp como generoso, también Genara Cote, mujer santandereana contemporánea a Kopp, que organizó una Exposición de Artes y Manufacturas Nacionales con la idea de recaudar fondos para darles vida a las Salas de Asilo, en las que serían atendidas madres de escasos recursos, opina que Kopp fue muy amable cediendo el Bazar Veracruz para la exposición en Octubre de 1905. Finalmente, Leo S. Kopp muere en septiembre de 1927, dejando a su hijo Guillermo Kopp al frente de la presidencia de Bavaria.
***MILAGROSO***
"Siempre he dicho que Kopp es muy milagroso, yo vengo a visitarlo desde hace 5 años todos los lunes, le traigo sus flores, unas manzanitas, le rezo la oración y luego le pido al oído. Él me escucha atentamente porque siempre me cumple los milagritos. Le he pedido que me de salud y me aliento rápido cuando estoy enferma. Cuando uno de mis hijos se quedó sin trabajo, yo venía cada lunes a pedirle por un puestico para mi muchacho y gracias a Dios y a Kopp lo consiguió ligerito". María Rodríguez* es una mujer de 56 años, que asiste juiciosamente cada lunes en las horas de la mañana a la tumba de Leo Siegfried Kopp. Ella hace la fila como Juan Perdomo* y espera atenta el momento en que puede platicarle al oído. Esta fiel devota es madre de 2 hombres que trabajan, como dice ella, gracias a los milagros de Kopp. Rodríguez* cree ciegamente en la voluntad de Kopp y por eso dice que no lo desampara ningún lunes. Siempre saca su tiempito para llevarle las florecitas y hablarle un ratico. Ella afirma que le hace la misma petición más de una vez, pero que el alma nunca la ha defraudado.
***ALMAS A LAS QUE PEDIR***
En el caso del Cementerio Central de Bogotá los "creyentes de los muertos" no sólo le piden a Leo Kopp, sino que también hay otros personajes como las hermanas Bodmer, Carlos Pizarro y Salomé, que son visitados con insistencia por las personas. En la tumba de las primeras, no se encuentran enterradas dos niñas sino cuatro, pero a las que se refieren son a Elvira y Victoria Bodmer, las niñas que murieron con un día de diferencia a causa de un incendio en julio de 1903. Aunque los creyentes las llaman "las gemelas", Elvira B. nació el 25 de Octubre de 1897 y Victoria B. nació el 12 de enero de 1896. En la tumba de las pequeñas se encuentra una estatua que representa a las dos niñas, en la imagen se puede observar que una es más grande que la otra, la más pequeña esta abrazada a la otra y la más grande tiene el brazo extendido hacia el cielo con la mano levemente abierta. Los visitantes les dejan flores y comida como ofrendas, también les hablan o simplemente oran frente a la reja que las resguarda.
Otra tumba de petición es la de Carlos Pizarro Leongómez, las personas que se acercan a este sepulcro siempre tocan en su lápida, por lo general lo hacen tres veces, luego le oran, le hacen las peticiones y por último se despiden con los mismos tres golpes. Este sepulcro esta inundado de pequeñas placas de agradecimiento por los favores recibidos.
Otra de los sepulcros visitados es el de Salomé, una mujer de la que dicen fue prostituta y que ayudó mucho a los demás. En esta tumba no se pueden ver inscripciones de nombre, fechas de nacimiento o fallecimiento, lo que se sabe es que es en ese lugar donde reposa el cuerpo de esta mujer. Algunos creyentes haciendo uso de los servicios de misas a las tumbas, pagan a los sacerdotes, que permanecen en el cementerio, para que le recen tanto a Kopp, como a Salomé, las gemelas y Carlos Pizarro, entre otros.
Un sacerdote ecuménico que presta el servicio en el cementerio, dice que la iglesia no puede ir en contra de esos rituales porque su misma ideología respeta a las almas y estas personas también son almas. Además, el padre confiesa que los creyentes afirman que estos muertos les conceden sus peticiones. Esto, según el sacerdote, puede ser el resultado de la fe porque "la fe mueve montañas" como dice el refrán.
***LA OTRA CARA DE LEO S. KOPP***
Carlos Gantiva* no sabía del ritual que se presentaba en el cementerio Central los días domingo y lunes y cuando se le preguntó sobre el tema, el impacto se hizo presente en su rostro. Gantiva* dice no temerle a los muertos y afirma, además, que los muertos no pueden cumplir milagros, porque ellos no tienen esas facultades ya que no tiene poderes sobre los demás. Cuando se enteró de quién era Leo S. Kopp cuestionó que una persona como él realizara milagros y además la gente le rezara con devoción.
Pero qué tan santo y bueno en vida pudo ser Leo Kopp. Así como algunas fuentes referencian a Leo S. Kopp como generoso también existen otras en las que se plantea que este personaje fue muy avaro y miserable, y es por eso que algunas personas no entienden el porqué de rezarle a alguien que fue tan oscuro en vida ¿No es cierto que del total de las ganancias guardaba el 50% para él y su familia? Es cierto que la empresa debía absorber mucho tiempo, pero eso no quiere decir, que por lo mismo Kopp pudiere disponer de las ganancias como lo hacía.
Además, cuando inició con fuerza la producción de cerveza en Colombia, las grandes cerveceras aliadas con el Gobierno Nacional comenzaron una campaña en contra de la chicha y el guarapo, para tal fin Bavaria bajó el precio de la cerveza además de ponerle las marcas "No más chicha" y "Cerveza higiénica". ¿Acaso al establecerse la cerveza en Colombia no se tuvo que abolir la chicha? ¿Será que con esta batalla Leo Kopp no dejó sin ingresos a muchas familias que vivían de la venta de la chicha y el guarapo? Por que es de entenderse que el negocio de la chicha debía mover mucho capital humano y económico, que a causa de la campaña antes mencionada dejaría sin recursos a muchos ciudadanos.
Leo S. Kopp consiguió dinero y nombre gracias a la destrucción de un negocio tradicional. Entonces, podría ser que fuera generoso con unos cuantos, pero así también dejó en la calle a otros más. La verdad es que queda en duda la actuación de Leo Kopp, duda que seguirá siendo una incógnita, pues a lo mejor no fue tan bueno como algunos afirmaron. AL FIN Y AL CABO ERA UN SER HUMANO.
1 comentario:
Bien. Falta párrafo introductorio resumen y las imágenes. Son requerimientos de las publicaciones.
No hay continuidad entre las publicaciones.
Publicar un comentario